Experimento de Milgram
El Experimento de Milgram fue una serie de experimentos de psicología social. El fin de este experimento era medir la disposición de un participante para obedecir las órdenes de una autoridad aún cuando estás pudiendo entrar en conflicto con su conciencia personal.
El experimento consistía en hacer una serie de preguntas a una persona y si las contestaba mal, dar una descarga eléctrica, cada vez la descarga eléctrica tenía más voltios. Los resultados obtenidos fueron alarmantes ya que más del 60% de personas daba una descarga notable, solo un 40% abandonaba las órdenes de la autoridad anteponiendo su conciencia por delante de dichas órdenes. Algunos, después de acabado el experimento, no daban crédito de cómo ellos pudieron proporcionar ese tipo de descargas y se exculpaban aludiendo las descargas a que tan solo se limitaban a seguir órdenes.....esta es un motivo real? O tan solo se intentan convencer a sí mismos de que hicieron lo correcto? A medida que pasaron los años este experimento se siguió realizando y se seguían obteniendo el mismo tipo de resultados y la misma respuesta por los participantes. Quizás los humanos seamos más dadivosos de lo que podemos llegar a pensar.
sábado, 24 de noviembre de 2018
jueves, 22 de noviembre de 2018
El laboratorio de Wilhelm Wundt
Wundt desarrolló el primer laboratorio para estudiar la conducta y la mente en seres humanos. Wundt buscaba estudiar las sensaciones producidas por estímulos a través de los sentidos y como interfieren con los procesos mentales y las experiencias conscientes. Quería estudiar lo interno de la mente humana, como esos estímulos se hacen notar dentro de nosotros y como se muestran al exterior. La persona estudiada era la que daba la mayoría de información, relataba cómo se sentía internamente, a medida que el proceso iba avanzando. Por ello, la experiencia se podía dividir en dos, la información que proporcionaba la persona estudiada y la que se podía apreciar a simple vista mediante estímulos exteriores aplicados a la persona, que producen sensaciones.
Wundt desarrolló el primer laboratorio para estudiar la conducta y la mente en seres humanos. Wundt buscaba estudiar las sensaciones producidas por estímulos a través de los sentidos y como interfieren con los procesos mentales y las experiencias conscientes. Quería estudiar lo interno de la mente humana, como esos estímulos se hacen notar dentro de nosotros y como se muestran al exterior. La persona estudiada era la que daba la mayoría de información, relataba cómo se sentía internamente, a medida que el proceso iba avanzando. Por ello, la experiencia se podía dividir en dos, la información que proporcionaba la persona estudiada y la que se podía apreciar a simple vista mediante estímulos exteriores aplicados a la persona, que producen sensaciones.
Sé que no debería
El psicoanálisis busca abarcalo todo y dar explicación y solución a todo. Por aquel entonces la única forma de Freud de acceder a las mentes era la hipnosis, trabajo con un médico que hacía que mujeres histéricas revivieran de nuevo momentos que le habían marcado en la vida y gracias a ello se curaban los problemas físicos así como los ataques de tos. De esta idea nació el psicoanálisis, la cura mediante el habla. Su idea principal era que la mayoría de pensamientos que circulan por nuestra mente son desconocidos. Durante la infancia aparece el Id, el Ego y el Superego. El Id es la mente con la que nacemos, busca el placer y la gratificación y lo busca ahora. A medida que crecemos el Id sigue con nosotros pero se da cuenta de que no todos los deseos se pueden cumplir. Y esto da lugar al Ego, que analiza la realidad y estudia cuando se pueden llevar a los deseos del Id o si por el contrario es mejor ignorarlo. En último lugar se desarrolla el Superego, que es la parte de la mente que interioriza las normas. Podríamos decir que el Superego y el Id defienden sus ideas por encima de todo y el Ego lo contrasta con la realidad. Por ello, el psicoanálisis se basa en la búsqueda de la realidad más allá de lo que podemos ver a simple vista.
El psicoanálisis busca abarcalo todo y dar explicación y solución a todo. Por aquel entonces la única forma de Freud de acceder a las mentes era la hipnosis, trabajo con un médico que hacía que mujeres histéricas revivieran de nuevo momentos que le habían marcado en la vida y gracias a ello se curaban los problemas físicos así como los ataques de tos. De esta idea nació el psicoanálisis, la cura mediante el habla. Su idea principal era que la mayoría de pensamientos que circulan por nuestra mente son desconocidos. Durante la infancia aparece el Id, el Ego y el Superego. El Id es la mente con la que nacemos, busca el placer y la gratificación y lo busca ahora. A medida que crecemos el Id sigue con nosotros pero se da cuenta de que no todos los deseos se pueden cumplir. Y esto da lugar al Ego, que analiza la realidad y estudia cuando se pueden llevar a los deseos del Id o si por el contrario es mejor ignorarlo. En último lugar se desarrolla el Superego, que es la parte de la mente que interioriza las normas. Podríamos decir que el Superego y el Id defienden sus ideas por encima de todo y el Ego lo contrasta con la realidad. Por ello, el psicoanálisis se basa en la búsqueda de la realidad más allá de lo que podemos ver a simple vista.
Psicoanálisis
¿Realmente se esconde algo detrás de todo lo que nos pasa, detrás de todo lo que pensamos? Pues yo creo que si, y como yo, muchas más personas lo piensan. Todos nuestros actos tienen un porqué, un origen, algo que lo desencadenó.....pero, me pregunto algo, ¿realmente nuestra forma de afrontar las cosas se forjó definitivamente en la infancia o es un proceso que se hace constantemente, a menudo que pasa el tiempo? El psicoanálisis da una gran importancia a la infancia ya que las cosas sucedidas en este periodo suelen ser principales motivos para las conductas que tendrás de adulto, pero realmente es en la infancia cuando se forja por completo, nuestra “personalidad”, por decirlo de algún modo, ya que hay mucha gente que lo apoya, incluso yo lo apoyo, pero en ocasiones, podemos pensar que en personas adultas también se puede modificar esto, aunque es algo muy difícil desde mi punto de vista.
El Caso Dora es uno de los más famosos en el mundo del psicoanálisis. Dora era una paciente de Freud, acudió por primera vez debido a un ataque de tos, cuando se curó no volvió a ir. Cuando cumplió los 18 años este ataque de tos volvió y ella acudió de nuevo a freud. Dora tenía muchos problemas personales, con sus padres, no se relacionaba con la gente alegando fatiga y también se pensaba que sufría de depresión. El padre de Dora tenía una amante, cosa que a ella le producía un mal estar. Dora estaba “enamorada” de alguien llamado Señor K con el que había tenido su primera posible experiencia sexual, pero en el momento del beso Dora sintió asco, lo que freud aludió a algún tipo de histeria. Freud llega a la conclusión de que esta histeria se debe a que Dora no es capaz de identificarse como mujer, no siente autoridad en la figura de la mujer y siempre busca un apoyo en la figura masculina. La gran conclusión de Freud fue que todas sus histerias se resumían en un conflicto psicosexual, un deseo reprimido. A medida que se iba asimilando cada una de las histerias y trabajando sobre ellas, estás desaparecían. Quizás cuando dicen que el primer paso para superar un problema es simplemente ser consciente de él y querer afrontarlo no están tan equivocados, no creéis?
¿Realmente se esconde algo detrás de todo lo que nos pasa, detrás de todo lo que pensamos? Pues yo creo que si, y como yo, muchas más personas lo piensan. Todos nuestros actos tienen un porqué, un origen, algo que lo desencadenó.....pero, me pregunto algo, ¿realmente nuestra forma de afrontar las cosas se forjó definitivamente en la infancia o es un proceso que se hace constantemente, a menudo que pasa el tiempo? El psicoanálisis da una gran importancia a la infancia ya que las cosas sucedidas en este periodo suelen ser principales motivos para las conductas que tendrás de adulto, pero realmente es en la infancia cuando se forja por completo, nuestra “personalidad”, por decirlo de algún modo, ya que hay mucha gente que lo apoya, incluso yo lo apoyo, pero en ocasiones, podemos pensar que en personas adultas también se puede modificar esto, aunque es algo muy difícil desde mi punto de vista.
El Caso Dora es uno de los más famosos en el mundo del psicoanálisis. Dora era una paciente de Freud, acudió por primera vez debido a un ataque de tos, cuando se curó no volvió a ir. Cuando cumplió los 18 años este ataque de tos volvió y ella acudió de nuevo a freud. Dora tenía muchos problemas personales, con sus padres, no se relacionaba con la gente alegando fatiga y también se pensaba que sufría de depresión. El padre de Dora tenía una amante, cosa que a ella le producía un mal estar. Dora estaba “enamorada” de alguien llamado Señor K con el que había tenido su primera posible experiencia sexual, pero en el momento del beso Dora sintió asco, lo que freud aludió a algún tipo de histeria. Freud llega a la conclusión de que esta histeria se debe a que Dora no es capaz de identificarse como mujer, no siente autoridad en la figura de la mujer y siempre busca un apoyo en la figura masculina. La gran conclusión de Freud fue que todas sus histerias se resumían en un conflicto psicosexual, un deseo reprimido. A medida que se iba asimilando cada una de las histerias y trabajando sobre ellas, estás desaparecían. Quizás cuando dicen que el primer paso para superar un problema es simplemente ser consciente de él y querer afrontarlo no están tan equivocados, no creéis?
domingo, 18 de noviembre de 2018
Psicológicamente hablando capítulo 2
A menudo pensamos que la filosofía y la psicología son la misma cosa, pero estamos muy equivocados, lo que pasa que la filosofía y la psicología si abordan las mismas preguntas en numerosas ocasiones, algunas de ellas son: ¿qué es la conciencia?, ¿qué nos define como individuos?, ¿qué es aprender?....
En el capítulo dos de Psicológicamente hablando se trata la diferencia entre la filosofía y la psicología, explica a rasgos generales lo que es la psicología para acabar centrándose en el dualismo y el materialismo, cuestionándose si en nosotros hay algo más que materia. Los filósofos antiguos clasificaron las experiencias en aquello material y en aquello que no puede ser percibido por los sentidos. Platón por ejemplo dividía el cuerpo del alma, dualismo. Y Aristóteles era materialista en cambio, defendía que esas afirmaciones sólo eran parte de nuestra ilusión y todo pertenecía a una misma entidad.
Después de tratar el tema del dualismo y materialismo el capítulo se centra en la libertad de nuestras decisiones y actos. A simple vista esto parece algo evidente, los seres humanos tenemos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones, pero por desgracia esto sólo es en la teoría ya que en la práctica esto no es algo tan evidente.
Después de esto se cuestiona si nuestra esencia trata de algo constante o de algo cambiante, por ejemplo, una persona que ha logrado superar su timidez ¿ha cambiado realmente o simplemente se ha enmascarado?
Por último trata la relación que hay entre aquello innato y aquello que aprendemos y deseaprendemos.
Después de haber leído el segundo capítulo del libro se me vienen varias preguntas a mi cabeza...¿qué es la mente?, ¿como de importante es esta entidad en nuestro propio cuerpo?, ¿qué es lo que nos impulsa a la hora de tomar decisiones?, ¿como de importante es el papel de la sociedad en la toma de decisiones diarias?, ¿una persona realmente puede cambiar?, si lo que piensen los demás influye tanto en nuestra vida diaria ¿realmente existimos como individuos con propias decisiones y pensamientos propios?
A menudo pensamos que la filosofía y la psicología son la misma cosa, pero estamos muy equivocados, lo que pasa que la filosofía y la psicología si abordan las mismas preguntas en numerosas ocasiones, algunas de ellas son: ¿qué es la conciencia?, ¿qué nos define como individuos?, ¿qué es aprender?....
En el capítulo dos de Psicológicamente hablando se trata la diferencia entre la filosofía y la psicología, explica a rasgos generales lo que es la psicología para acabar centrándose en el dualismo y el materialismo, cuestionándose si en nosotros hay algo más que materia. Los filósofos antiguos clasificaron las experiencias en aquello material y en aquello que no puede ser percibido por los sentidos. Platón por ejemplo dividía el cuerpo del alma, dualismo. Y Aristóteles era materialista en cambio, defendía que esas afirmaciones sólo eran parte de nuestra ilusión y todo pertenecía a una misma entidad.
Después de tratar el tema del dualismo y materialismo el capítulo se centra en la libertad de nuestras decisiones y actos. A simple vista esto parece algo evidente, los seres humanos tenemos la capacidad de tomar nuestras propias decisiones, pero por desgracia esto sólo es en la teoría ya que en la práctica esto no es algo tan evidente.
Después de esto se cuestiona si nuestra esencia trata de algo constante o de algo cambiante, por ejemplo, una persona que ha logrado superar su timidez ¿ha cambiado realmente o simplemente se ha enmascarado?
Por último trata la relación que hay entre aquello innato y aquello que aprendemos y deseaprendemos.
Después de haber leído el segundo capítulo del libro se me vienen varias preguntas a mi cabeza...¿qué es la mente?, ¿como de importante es esta entidad en nuestro propio cuerpo?, ¿qué es lo que nos impulsa a la hora de tomar decisiones?, ¿como de importante es el papel de la sociedad en la toma de decisiones diarias?, ¿una persona realmente puede cambiar?, si lo que piensen los demás influye tanto en nuestra vida diaria ¿realmente existimos como individuos con propias decisiones y pensamientos propios?
Darse cuenta
¿Cuántas veces tenemos que tropezar con la misma piedra para darnos cuenta de algo? Cada persona es totalmente distinta y unas personas se dan cuenta de las cosas más fácilmente que otras. El primer paso para poder superar algo es darse cuenta, el primer paso para afrontar un obstáculo, un problema, es darse cuenta. Cuando te das cuenta de algo, podemos decir que ves la realidad de una forma objetiva, sabes distinguir algo bueno de algo malo, sabes decidir lo que es mejor para ti y sabes afrontar las posibles soluciones para un problema, todo bajo un punto de vista objetivo. Por el contrario, cuando no nos damos cuenta de algo, nosotros creemos que lo estamos afrontando desde un punto de vista objetivo, pero no, es similar a estar en un sueño, creemos que lo que vemos es real, pero en absoluto, solo cuando nos despertamos vemos realmente las cosas como son y nos damos cuenta de que lo que antes parecía tan real ahora tan solo es un simple sueño. Pues esto es lo que pasa, cuando no nos damos cuenta de algo pensamos que estamos siendo objetivos, pensamos que de la forma en la que vemos las cosas es la correcta, la real, pero solo cuando nos damos cuenta de algo entendemos las cosas realmente y te das cuenta de que antes no te habías dado cuenta. Y podemos entonces emprender el paso para no volver a tropezar con la misma piedra o simplemente....no volver a caer en el mismo pozo.
¿Cuántas veces tenemos que tropezar con la misma piedra para darnos cuenta de algo? Cada persona es totalmente distinta y unas personas se dan cuenta de las cosas más fácilmente que otras. El primer paso para poder superar algo es darse cuenta, el primer paso para afrontar un obstáculo, un problema, es darse cuenta. Cuando te das cuenta de algo, podemos decir que ves la realidad de una forma objetiva, sabes distinguir algo bueno de algo malo, sabes decidir lo que es mejor para ti y sabes afrontar las posibles soluciones para un problema, todo bajo un punto de vista objetivo. Por el contrario, cuando no nos damos cuenta de algo, nosotros creemos que lo estamos afrontando desde un punto de vista objetivo, pero no, es similar a estar en un sueño, creemos que lo que vemos es real, pero en absoluto, solo cuando nos despertamos vemos realmente las cosas como son y nos damos cuenta de que lo que antes parecía tan real ahora tan solo es un simple sueño. Pues esto es lo que pasa, cuando no nos damos cuenta de algo pensamos que estamos siendo objetivos, pensamos que de la forma en la que vemos las cosas es la correcta, la real, pero solo cuando nos damos cuenta de algo entendemos las cosas realmente y te das cuenta de que antes no te habías dado cuenta. Y podemos entonces emprender el paso para no volver a tropezar con la misma piedra o simplemente....no volver a caer en el mismo pozo.
El enigma de la maleta
Tienes una maleta con las cosas más importantes de tu vida, por algún motivo desconocido tienes que salir corriendo y le tienes que dejar la maleta a una persona...¿a quién se la dejarías? La posible elección se encuentra entre tres personas, en realidad entre tan sólo una persona pero que en la primera opción se encuentra con una sonrisa, con cara amable, sonriente, una segunda opción de la misma persona pero con cara neutral, sin expresión y una tercera opción de la misma persona pero con cara enfadada. Tú elección está ligada directamente con el aspecto de las personas ya que estarías eligiendo entre una persona pero con distinta expresión facial. Este experimento se ha hecho miles de veces obteniendo siempre los mismos resultados, la gran mayoría elegía la persona con expresión neutral para dejarle su maleta con lo más importante de su vida, en esta persona encontraban el punto medio entre alguien sonriente y alguien enfadado, encontraban a alguien en quien poder confiar y que posiblemente sería una persona responsable y cuidaría de su maleta.
Y esto nos lleva a pensar en que la confianza que tenemos en una persona y su aspecto físico están directamente relacionadas. ¿A que se debe dicha relación? Pues nuestro cerebro relaciona el aspecto de las personas con algo con mayor o menor confianza y de este modo establece un patrón en el cual, hay algunos rasgos que los inspiran más confianza y hay otros que nos inspiran menos confianza. Esto quiere decir que las emociones juegan un papel crucial en la confianza que podemos tener en una persona ya que, la confianza se construye en relación con las emociones que esas personas nos proyectan. Pero en numerosas ocasiones nuestras emociones nos pueden engañar y podemos depositar nuestra confianza en alguien que quizás no deberíamos, o al revés, podemos no confiar en una persona que quizás si deberíamos confiar en ella. ¿Esto se puede cambiar? Pues por suerte o por desgracia no, no podemos cambiar nuestras emociones ya que son algo que se relaciona directamente con el inconsciente, es decir, nosotros no podemos decidir lo que sentimos ante algo por lo tanto, nosotros no podemos decidir qué personas nos inspiran más o menos confianza.
Tienes una maleta con las cosas más importantes de tu vida, por algún motivo desconocido tienes que salir corriendo y le tienes que dejar la maleta a una persona...¿a quién se la dejarías? La posible elección se encuentra entre tres personas, en realidad entre tan sólo una persona pero que en la primera opción se encuentra con una sonrisa, con cara amable, sonriente, una segunda opción de la misma persona pero con cara neutral, sin expresión y una tercera opción de la misma persona pero con cara enfadada. Tú elección está ligada directamente con el aspecto de las personas ya que estarías eligiendo entre una persona pero con distinta expresión facial. Este experimento se ha hecho miles de veces obteniendo siempre los mismos resultados, la gran mayoría elegía la persona con expresión neutral para dejarle su maleta con lo más importante de su vida, en esta persona encontraban el punto medio entre alguien sonriente y alguien enfadado, encontraban a alguien en quien poder confiar y que posiblemente sería una persona responsable y cuidaría de su maleta.
Y esto nos lleva a pensar en que la confianza que tenemos en una persona y su aspecto físico están directamente relacionadas. ¿A que se debe dicha relación? Pues nuestro cerebro relaciona el aspecto de las personas con algo con mayor o menor confianza y de este modo establece un patrón en el cual, hay algunos rasgos que los inspiran más confianza y hay otros que nos inspiran menos confianza. Esto quiere decir que las emociones juegan un papel crucial en la confianza que podemos tener en una persona ya que, la confianza se construye en relación con las emociones que esas personas nos proyectan. Pero en numerosas ocasiones nuestras emociones nos pueden engañar y podemos depositar nuestra confianza en alguien que quizás no deberíamos, o al revés, podemos no confiar en una persona que quizás si deberíamos confiar en ella. ¿Esto se puede cambiar? Pues por suerte o por desgracia no, no podemos cambiar nuestras emociones ya que son algo que se relaciona directamente con el inconsciente, es decir, nosotros no podemos decidir lo que sentimos ante algo por lo tanto, nosotros no podemos decidir qué personas nos inspiran más o menos confianza.
viernes, 16 de noviembre de 2018
La mitad de los trastornos mentales aparecen en la adolescencia
Según un estudio realizado recientemente por la OMS (Organización Mundial de la Salud) alrededor de un 80% de los casos de depresion comienza en los primeros años de adolescencia y entre el 10% y el 20% de adolescentes padecen dolencias que podrían tener un grave efecto en su salud mental de adultos. Se han propuesto numerosas de posibles soluciones para poder detectar estes problemas en la adolescencia para así poder reducirlos en la edad adulta, es decir, poder detectar y tratar esto en la adolescencia y que no se siga haciendo el trastorno cada vez más grande. Algunas de las propuestas son formar a los padres, formar a los profesores y sobre todo formar a los propios alumnos para poder detectar alguno de estos comportamientos en sus compañeros, también dar un apoyo y un punto de información desde el centro de salud para así poder tener un lugar al cual acudir ante un problemático de este tipo.....pero ¿en verdad estas medidas serían suficientes para frenar el aumento de trastornos en adultos nacidos ya en la adolescencia?
Según un estudio realizado recientemente por la OMS (Organización Mundial de la Salud) alrededor de un 80% de los casos de depresion comienza en los primeros años de adolescencia y entre el 10% y el 20% de adolescentes padecen dolencias que podrían tener un grave efecto en su salud mental de adultos. Se han propuesto numerosas de posibles soluciones para poder detectar estes problemas en la adolescencia para así poder reducirlos en la edad adulta, es decir, poder detectar y tratar esto en la adolescencia y que no se siga haciendo el trastorno cada vez más grande. Algunas de las propuestas son formar a los padres, formar a los profesores y sobre todo formar a los propios alumnos para poder detectar alguno de estos comportamientos en sus compañeros, también dar un apoyo y un punto de información desde el centro de salud para así poder tener un lugar al cual acudir ante un problemático de este tipo.....pero ¿en verdad estas medidas serían suficientes para frenar el aumento de trastornos en adultos nacidos ya en la adolescencia?
SALUD MENTAL
“Eres bipolar”, “estás loco”, “nunca te enteras de nada, pareces autista”, “hoy me levanté deprimido”...numerosas frases como estas que tenemos interiorizadas en nuestra vida diaria pero que esconden un gran problema social detrás. Con este tipo de afirmaciones despreciamos a las personas que de verdad padecen este tipo de trastornos y vulneramos sus derechos ya que ellos sí sufren estos trastornos en primera persona y nosotros los nombramos a la ligera sin ni siquiera imaginarnos lo que estos problemas ocasionan en las vidas diarias de las personas que los padecen. En España más de un millón de personas padecen un trastorno mental grave y pese a las altas tasas la mayoría de personas siguen sin conocer realmente lo que estos trastornos ocasionan en las personas. Deberíamos, con ayuda de todos dar mayor visibilidad a este tipo de enfermedades y concienciar a la sociedad de la importancia del tratamiento y también de la importancia de que estas personas se sientan aceptadas y como uno más entre todos nosotros.
Una persona que padece TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) está excesivamente preocupada por el perfeccionismo y el control mental que le impide la realización de otro tipo de actividades y la vivencia de nuevas experiencias. No es una persona que simplemente le gusta ser perfeccionista o crítico consigo mismo.
Una persona con un trastorno bipolar quiere decir que padece de un trastorno mental grave del estado de ánimo no una persona que simplemente cambia de estado de ánimo con frecuencia.
Esta fácil alusión a un trastorno mental quiere decir que en la sociedad no se conoce realmente lo que son este tipo de tratamientos y se suelen nombrar a la ligera.
¿Porqué esto solo pasa con los trastornos mentales y no con las enfermedades físicas? ¿Porqué siempre escuchamos eres bipolar o frases relacionados pero nunca otra frase con alusión a un problema físico? ¿Esto puede ser debido a que los problemas físicos se ven a simple vista y los mentales no?
“Eres bipolar”, “estás loco”, “nunca te enteras de nada, pareces autista”, “hoy me levanté deprimido”...numerosas frases como estas que tenemos interiorizadas en nuestra vida diaria pero que esconden un gran problema social detrás. Con este tipo de afirmaciones despreciamos a las personas que de verdad padecen este tipo de trastornos y vulneramos sus derechos ya que ellos sí sufren estos trastornos en primera persona y nosotros los nombramos a la ligera sin ni siquiera imaginarnos lo que estos problemas ocasionan en las vidas diarias de las personas que los padecen. En España más de un millón de personas padecen un trastorno mental grave y pese a las altas tasas la mayoría de personas siguen sin conocer realmente lo que estos trastornos ocasionan en las personas. Deberíamos, con ayuda de todos dar mayor visibilidad a este tipo de enfermedades y concienciar a la sociedad de la importancia del tratamiento y también de la importancia de que estas personas se sientan aceptadas y como uno más entre todos nosotros.
Una persona que padece TOC (trastorno obsesivo-compulsivo) está excesivamente preocupada por el perfeccionismo y el control mental que le impide la realización de otro tipo de actividades y la vivencia de nuevas experiencias. No es una persona que simplemente le gusta ser perfeccionista o crítico consigo mismo.
Una persona con un trastorno bipolar quiere decir que padece de un trastorno mental grave del estado de ánimo no una persona que simplemente cambia de estado de ánimo con frecuencia.
Esta fácil alusión a un trastorno mental quiere decir que en la sociedad no se conoce realmente lo que son este tipo de tratamientos y se suelen nombrar a la ligera.
¿Porqué esto solo pasa con los trastornos mentales y no con las enfermedades físicas? ¿Porqué siempre escuchamos eres bipolar o frases relacionados pero nunca otra frase con alusión a un problema físico? ¿Esto puede ser debido a que los problemas físicos se ven a simple vista y los mentales no?
¿Cuál es el tuyo?
Según un estudio una experiencia cada cuatro personas padece o padecerá algún tipo de trastorno mental por lo que acudir al psicólogo será algo cada vez más importante en nuestra sociedad ya que según pasa el tiempo las personas se ven sometidas a más presión lo que conlleva mayor riesgo de padecer algún tipo de trastorno mental. En el artículo que he leído se citan los 16 motivos más comunes de consulta a un psicólogo, son los siguientes:
-Trastorno adaptativo.
-Depresión.
-Ansiedad: trastorno de pánico y trastorno por ansiedad generalizada.
-Fobias.
-Trastorno del neurodesarrollo.
-Adicciones y trastornos por consumo de sustancias.
-Trastorno por estrés postraumático.
-Deterioro cognitivo y demencias.
-Gestión de emociones, autoestima y problemas de interacción personal.
-Conflictos de pareja y familiares.
-Disfunciones sexuales.
-Trastornos de la conducta alimentaria.
-Trastorno obsesivo-compulsivo.
-Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
-Trastorno bipolar.
-Psicología de la salud: fibromialgia y fatiga crónica y otros problemas médicos.
Como podemos apreciar, el primer paso antes de ir al psicólogo es asimilar que tenemos un problema y querer solucionarlo, una cosa que parece fácil pero en realidad no lo es ya que por rasgo general las personas con algún tipo de trastorno mental declinan la ayuda que le puedan brindar otras personas ya sea por vergüenza de admitir un problema o porque no son conscientes de que tienen un problema o son conscientes pero no quieren aceptarlo. Tampoco es necesario tener un tipo de trastorno de este nivel para acudir al psicólogo ya que, por cualquier motivo que nosotros consideremos que necesitamos ayuda, aunque sea lo más mínimo deberíamos ir, ya que nos puede ayudar a organizar nuestras ideas. Todas estas causas suelen tener un desencadenante, un suceso traumático que acaba desencadenando estos tipos de problemas que se van creciendo a medida del tiempo ya que en numerosas ocasiones estos trastornos pueden ser mucho más perjudiciales para la salud que cualquier otro tipo de enfermedad física. En rasgos generales estos trastornos suelen producir estrés, ansiedad, dependencia a algún tipo de sustancia, ansiedad, bajo estado de ánimo....que se acaba viendo reflejado también en problemas físicos como dolores musculares o fatiga.
Después de leer el artículo me paro a pensar un momento y llego a la conclusión de que cada vez sometemos a nuestra mente a más presión y esto desencadena los grandes trastornos posteriores, cada vez son más normales porque cada vez nos sometemos a más presión a nosotros mismos por lo que algo tiene que estar fallando en nuestra sociedad ya que en lugar de diminuir el número de enfermedades aumenta de forma considerable con el paso de los años, deberíamos darle un respiro a nuestra mente e intentar desconectar de los problemas diarios que nos rodean. ¿En verdad podremos encontrar una solución para reducir los trastornos mentales? ¿O quizás la sociedad esté predestinada a sufrir más inestabilidad mental con el paso del tiempo?
Según un estudio una experiencia cada cuatro personas padece o padecerá algún tipo de trastorno mental por lo que acudir al psicólogo será algo cada vez más importante en nuestra sociedad ya que según pasa el tiempo las personas se ven sometidas a más presión lo que conlleva mayor riesgo de padecer algún tipo de trastorno mental. En el artículo que he leído se citan los 16 motivos más comunes de consulta a un psicólogo, son los siguientes:
-Trastorno adaptativo.
-Depresión.
-Ansiedad: trastorno de pánico y trastorno por ansiedad generalizada.
-Fobias.
-Trastorno del neurodesarrollo.
-Adicciones y trastornos por consumo de sustancias.
-Trastorno por estrés postraumático.
-Deterioro cognitivo y demencias.
-Gestión de emociones, autoestima y problemas de interacción personal.
-Conflictos de pareja y familiares.
-Disfunciones sexuales.
-Trastornos de la conducta alimentaria.
-Trastorno obsesivo-compulsivo.
-Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.
-Trastorno bipolar.
-Psicología de la salud: fibromialgia y fatiga crónica y otros problemas médicos.
Como podemos apreciar, el primer paso antes de ir al psicólogo es asimilar que tenemos un problema y querer solucionarlo, una cosa que parece fácil pero en realidad no lo es ya que por rasgo general las personas con algún tipo de trastorno mental declinan la ayuda que le puedan brindar otras personas ya sea por vergüenza de admitir un problema o porque no son conscientes de que tienen un problema o son conscientes pero no quieren aceptarlo. Tampoco es necesario tener un tipo de trastorno de este nivel para acudir al psicólogo ya que, por cualquier motivo que nosotros consideremos que necesitamos ayuda, aunque sea lo más mínimo deberíamos ir, ya que nos puede ayudar a organizar nuestras ideas. Todas estas causas suelen tener un desencadenante, un suceso traumático que acaba desencadenando estos tipos de problemas que se van creciendo a medida del tiempo ya que en numerosas ocasiones estos trastornos pueden ser mucho más perjudiciales para la salud que cualquier otro tipo de enfermedad física. En rasgos generales estos trastornos suelen producir estrés, ansiedad, dependencia a algún tipo de sustancia, ansiedad, bajo estado de ánimo....que se acaba viendo reflejado también en problemas físicos como dolores musculares o fatiga.
Después de leer el artículo me paro a pensar un momento y llego a la conclusión de que cada vez sometemos a nuestra mente a más presión y esto desencadena los grandes trastornos posteriores, cada vez son más normales porque cada vez nos sometemos a más presión a nosotros mismos por lo que algo tiene que estar fallando en nuestra sociedad ya que en lugar de diminuir el número de enfermedades aumenta de forma considerable con el paso de los años, deberíamos darle un respiro a nuestra mente e intentar desconectar de los problemas diarios que nos rodean. ¿En verdad podremos encontrar una solución para reducir los trastornos mentales? ¿O quizás la sociedad esté predestinada a sufrir más inestabilidad mental con el paso del tiempo?
Psicológicamente hablando CAPÍTULO 1
El capítulo uno del libro “Psicológicamente hablando” empieza hablando de una creencia que se ha extendido a lo largo de los años en la sociedad, y esta creencia es la siguiente: se cree que lo psicólogos pueden leer la mente de las personas, y esto es falso, los psicólogosir no tienen ningún tipo de poder para leer la mente de las personas. Pero si estudian su comportamiento, una de Lisboa principales estudios es determinar hasta qué punto nuestra forma de actuar está ligada a la forma en la que nos ven o en la forma con la que nos pueden ver los demás. Los humanos, por naturaleza, intentamos saber casi en todo momento lo que están pensando los seres humanos que nos rodean e intentamos predecir la forma de actuar de estas personas, cosa impredecible ya que es imposible adentrarnos en la mente de otra persona. Después de plantear esta interesante cuestión a cerca de nuestros cotos ligados a lo que los demás pueden pensar de nosotros se cuestiona otra pregunta muy interesante que es tema principal de debate: ¿qué es la psicología?, a día de hoy no existe una única respuesta para esta pregunta ya que no se ponen de acuerdo entre que es exactamente la psicología, la definición de la psicología pondría límites a esta ciencia y esto es algo que no es nada fácil para los psicólogos, ponerle límites a algo que lo abarca casi todo. El autor del libro acaba por definir a la psicología como la disciplina que investiga los procesos mentales de personas y de animales tanto de forma individual como en grupo. Acto seguido cita las principales ramas de la psicología que son: psicología clínica, neuropsicologia, psicología básica, psicología de las diferencias individuales y la personalidad, psicología social, psicología del trabajo y de las organizaciones y por ultimo psicología educativa y del desarrollo.
Después de leer el primer capítulo del libro me quedo con la gr aun incertidumbre de: ¿verdaderamente nuestros actos están tan ligados a lo que piensan los demás? Hasta cierto punto de actuar según lo que pueda pensar una persona, bajo mi punto de vista, esto nos quita nuestra personalidad, ya que no somos nosotros mismos, si no que somos la versión de nosotros que quieren ver los demás.
El capítulo uno del libro “Psicológicamente hablando” empieza hablando de una creencia que se ha extendido a lo largo de los años en la sociedad, y esta creencia es la siguiente: se cree que lo psicólogos pueden leer la mente de las personas, y esto es falso, los psicólogosir no tienen ningún tipo de poder para leer la mente de las personas. Pero si estudian su comportamiento, una de Lisboa principales estudios es determinar hasta qué punto nuestra forma de actuar está ligada a la forma en la que nos ven o en la forma con la que nos pueden ver los demás. Los humanos, por naturaleza, intentamos saber casi en todo momento lo que están pensando los seres humanos que nos rodean e intentamos predecir la forma de actuar de estas personas, cosa impredecible ya que es imposible adentrarnos en la mente de otra persona. Después de plantear esta interesante cuestión a cerca de nuestros cotos ligados a lo que los demás pueden pensar de nosotros se cuestiona otra pregunta muy interesante que es tema principal de debate: ¿qué es la psicología?, a día de hoy no existe una única respuesta para esta pregunta ya que no se ponen de acuerdo entre que es exactamente la psicología, la definición de la psicología pondría límites a esta ciencia y esto es algo que no es nada fácil para los psicólogos, ponerle límites a algo que lo abarca casi todo. El autor del libro acaba por definir a la psicología como la disciplina que investiga los procesos mentales de personas y de animales tanto de forma individual como en grupo. Acto seguido cita las principales ramas de la psicología que son: psicología clínica, neuropsicologia, psicología básica, psicología de las diferencias individuales y la personalidad, psicología social, psicología del trabajo y de las organizaciones y por ultimo psicología educativa y del desarrollo.
Después de leer el primer capítulo del libro me quedo con la gr aun incertidumbre de: ¿verdaderamente nuestros actos están tan ligados a lo que piensan los demás? Hasta cierto punto de actuar según lo que pueda pensar una persona, bajo mi punto de vista, esto nos quita nuestra personalidad, ya que no somos nosotros mismos, si no que somos la versión de nosotros que quieren ver los demás.
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