El siguiente artículo trata sobre una mujer que se dió cuenta de que usaba el móvil de forma obsesiva y eso le perjudicaba por eso decidió abandonar el uso del móvil.
Hoy en día los teléfonos móvil han pasado a formar parte fundamental de nuestra vida diaria, lo que hace años parecía extraño, ver a una persona con móvil, es lo más normal a día de hoy, lo extraño es encontrar a una persona que no lo tenga.
Creo que en general existe una gran dependencia de las personas al móvil pero que de momento no podemos calificar a esta dependencia como una enfermedad en la mayoría de las personas, si puede haber casos muy aislados pero en general lo que hay es una dependencia que nos hace querer saber en todo momento como están el resto de personas, lo que hacen, con quien lo hacen, que esas personas también vean lo que estamos haciendo....
Desde mi propia persona yo no tengo ninguna dependencia ni ninguna obsesión al móvil ya que cada vez lo dejo más y más de lado, sin ir más allá esta semana santa me fui de vacaciones y durante los 12 días que duraron mis vacaciones apenas encendí el móvil dos veces. Esto me lleva a la conclusión de que muchas veces, como en mi caso, la obsesión no es al móvil, lo que queremos es estar en contacto con alguna persona. Si estamos físicamente con la persona correcta, en mi caso, no tengo ninguna necesidad de usar el móvil.
Creo que para solucionar y remediar futuros problemas con las tecnologías se debería impartir en colegios una asignatura en la que le deberían enseñar a los más jóvenes como usar de forma correcta las nuevas tecnologías y advertirle de todos los problemas que estas puedan acarrear.
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